venerdì 11 settembre 2009

Sin remedio

La tardía aclaración del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, sobre su desafortunado comentario hacia el Gobierno paritario constituido por Rodríguez Zapatero tras las elecciones de 2008 pareció ayer, más que una reacción oportuna, un gesto oportunista y confirmó la impresión de que es cada vez más complicado adivinar cuando 'Il Cavaliere' habla en serio y cuando bromea. Hostigado por la prensa crítica y cayendo en las encuestas mientras pierde el favor del Vaticano por la cascada de escándalos que empeora cuando trata de explicarlos, Berlusconi no atraviesa su mejor momento político. Pero no se resistió a exhibir de nuevo su talante carpetovetónico sobre las mujeres, al negar que pueda haber menospreciado a las dirigentes españolas cuando Italia es el país de Casanova y los 'playboys'. Una justificación que quizá hubiera requerido de una respuesta diplomática, pero más incisiva, por parte de Zapatero, ante el desaire sufrido por sus ministras.

Nessun commento: